"Acerca de la percepción de inseguridad y la construcción del otro en la materialidad discursiva de vecinos de Parque Patricios"
Tengo el agrado de publicar un trabajo realizado por Yanina Petracca y Leandro Gabriele González, realizado para la materia Teoría y Práctica de la Comunicación II, cátedra Stella Martini, carrera de Comunicación Social, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
Yanina es conocida por las visitas de este blog como la chica del sombrero. Ahora participa a todo el mundo (gracias, Yanina) de este "resultado de un pequeño trabajo de investigación realizado en la zona de Parque Patricios derivada de un modesto corpus de análisis compuesto por entrevistas realizadas a vecinos de Parque Patricios".
La hipótesis de estos estudiantes es que la "su visión de la inseguridad es producto de una percepción que ellos han construido sobre el barrio de Parque Patricios"
Acerca de la percepción de inseguridad y la construcción del otro en la materialidad discursiva de vecinos de Parque Patricios.
Antes del iniciar el análisis, es conveniente aclarar, que lo aquí desarrollado es resultado de un pequeño trabajo de investigación realizado en la zona de Parque Patricios derivada de un modesto corpus de análisis compuesto por entrevistas realizadas a vecinos de Parque Patricios. Esto significa que lo dicho es sólo una interpretación de los entrevistados para dicho fin sin que por ello represente la visión o pensamiento de todos los vecinos del barrio.
El objetivo del presente trabajo es dar cuenta como los vecinos del mencionado barrio construyen en sus discursos su percepción de Inseguridad y la imagen del delincuente y/o sospechoso.
Parque Patricios es un barrio en el que conviven sectores medios y medios bajos. Su fisonomía esta caracterizada por la gran cantidad de espacios verdes, hospitales, grandes terrenos desolados y fábricas abandonadas. La Avenida caseros divide en dos zonas, consideradas dispares, al barrio. Del lado de Caseros hacia la Avenida Rivadavia se encuentra la zona comercial del barrio, como así también una gran cantidad de viviendas de clases medias altas.
El contexto varia radicalmente cuando se dirige la mirada a la zona que se haya cruzando el Parque Patricios. Antiguamente esa zona supo ser un gran conglomerado fabril, en donde hallábamos entre otras a la fábrica de Branca, Bunge y Born y la fabrica Vassena. Las transformaciones económicas que comenzaron en el país, al modificarse el capital orgánico de este, produjeron que estas fábricas y muchas otras cerraran sus puertas. El cierre de estas generó que el barrio perdiera la actividad industrial que lo caracterizaba y que los galpones que daban sede a esas fábricas quedaran completamente abandonados.
Visión de inseguridad
Teniendo en cuenta la existencia de casas tomadas, asentamientos y la cercanía de villas de emergencia en el barrio indagamos en la percepción de los entrevistados sobre la influencia sobre el delito que esas circunstancias producen y en la percepción que tienen de las personas que allí habitan.
Los entrevistados afirman que en la actualidad no tienen ningún tipo de problemas con las personas de los asentamientos. Algunos lo justificaron afirmando que era porque no se habían mudado aún y quienes estaban en la zona vigilando los terrenos no habían generado inconvenientes. En relación a las villas, algunos explicaron que están controladas por la comisaría 28 y 32 y que el personal policial actúa como barrera “para que no pase el delito”.
Sin embargo una de las entrevistadas al preguntarle si el barrio es seguro responde “No, no…. No… Parque Patricios no es seguro. Tiene dos villas… villa Zavaleta y la villa veintiuno, está rodeado de barrios muy pobres. Al lado tiene a Barracas. En la franja de Romero tiene el pueblito que es un barrio de gente pobre, eso no significa nada, pero ahí hay bastante venta de drogas, robos, hay algunas banditas que se juntan.. Seguro Parque Patricios no es.” Ese discurso se repite en todos los entrevistados: considerar al barrio inseguro por las villas y barrios pobres que lo rodean, aunque coinciden en manifestar que no le han originado molestias. De modo que se produce una contradicción entre lo que realmente ocurre en el barrio y su percepción. En ese sentido, también es significativo que en el último año ninguno de los entrevistados ha sido asaltado en el barrio.
Otro factor a partir del cual construyen su visión de la inseguridad es a partir de las casas tomadas, como lugares habitados por gente que no es del barrio, que proviene de las villas y que son todos inmigrantes. Coinciden en manifestar que no conocer a quien se tiene a lado genera inseguridad: “…por ejemplo en Balvanera tienen el ochenta por ciento de las casas tomadas, o sea que vos salís a la calle y no sabés al vecino que tenés al lado, o atrás y eso es un foco de inseguridad muy grande.”
Sus discursos llevan a la visión común de que el conocerse entre si, conocer a quien se tiene al lado, representa para ellos una sensación de seguridad, mientras que saber que en el barrio habitan personas en casas ocupadas que son extranjeros o provienen de villa, se vive como una tensión permanente y genera una sensación de desprotección.
Otro foco de inseguridad que perciben son los feriantes del parque que da nombre al barrio, tema que también formó parte de la agenda de los medios, y se relaciona también con la inseguridad que generan los desconocidos. En relación a esos feriantes, ellos afirman “no es gente del barrio” y al preguntar sobre si se vive como un hecho de inseguridad la presencia de esos feriantes, una de las entrevistadas dice: “Si, porque las mamás querían llevar a los nenes al parque y no podían, querían llevar un perro y no podían y si por ejemplo les llegabas a pisar las mantas a los feriantes se armaba cada tole tole… había muchas grescas.” Aquí nuevamente se materializa la percepción del otro como peligroso, que atenta contra el normal funcionamiento de la vida publica del barrio.
A partir de las contradicciones analizadas en el discurso de los entrevistados entre lo que se percibe como inseguridad y la falta real de situaciones de inseguridad a partir de situaciones delictivas, se ve como opera el sentido común en el sentido esbozado por Antonio Gramsci. Así sus discursos de sentido común, su conocimiento sobre la delincuencia y la procedencia de la misma y la afirmación la inseguridad proviene de zonas como villas, casas tomadas o asentamientos son construidos a partir de la visión de inseguridad proveniente de los discursos de los sectores hegemónicos, muy en concordancia con las propuestas políticas de los diferentes partidos políticos para el barrio de Parque Patricos, sin crearse una propia visión sobre la inseguridad. Reforzado esto también por la transmisión de los medios de comunicación de esos mismos problemas que los vecinos perciben como focos de inseguridad.
Por otro lado, se repite en sus discursos la idea de que estas zonas tienen que ser controladas por las instituciones policiales y justifican que el delito provenga de esa zona a partir de la situación de pobreza en que esa gente vive. Se remite así a la teoría del delito del control social. Como enuncia Kessler esta teoría en la década del ’90 fue adoptada por los medios conservadores de habla inglesa. Aquí esta teoría es impulsada por miembros de la derecha como Juan Carlos Blumberg, Sobisch y con un discurso mas moderado por Mauricio Macri. Una frase de una vecina resume esta idea al enunciar “hay que tener un control (…)Sino se los controla, los hacemos que delincan, porque tampoco encuentran laburo entonces roban o venden drogas”.
Estigmatización y exclusión social
Retomado a Goffman podemos decir que “la sociedad establece los medios para categorizar a las personas y el complemento de atributos que se perciben como corrientes y naturales en los miembros de cada una de esas categorías” (Goffman, 1964: 11). El medio social establece las categorías que en el se pueden encontrar, en este caso particular: vecinos del barrio e inmigrantes.
El estigma es un atributo profundamente desacreditador que excluye al estigmatizado de la categoría de la “normalidad”. En el caso de los inmigrantes, podemos decir que se trata de un estigma tribal.
En los discursos de los vecinos del barrio entrevistados, se percibe una estigmatización del inmigrante, asociándolo a la delincuencia. Lo definen como gente que a partir de la situación en la que vive en propensa a delinquir. Al indagar sobre la cantidad de inmigrantes que hay en el barrio, todos afirman que en los asentamientos y villas, como en el barrio piquetero del MTELE son todos inmigrantes: “Si hay muchos inmigrantes, pero mas que nada vienen de la villa 1 11 14, que es para el lado de Flores. Ahí son todos extranjeros. Y eso nos afecta, hay que tener un control o necesitamos que esa gente trabaje, que produzca para nuestro país, porque sino, no tienen documentos, no consiguen trabajo, entonces roban”. Se equipara, entonces, la pobreza a la delincuencia, convirtiéndola en un victimario ideal y naturalizando su exclusión.
En sus discursos, la droga y el alcohol, se mencionan como características de las personas que delinquen o son vistas como sospechosas y han identificado a las villas como el principal lugar donde se da esa relación delincuencia-droga.
En los discursos se repite el nombrar el parque como otro lugar donde se vende y consume droga, pero sin enfatizar y afirmar que esos grupos son delincuentes.
En casi todos los entrevistados, se observa que el problema de la inmigración es visto como un incumplimiento de reglas (en este caso de la Ley de Inmigración) en correspondencia con lo que sostiene la etnometodología al exponer que los sujetos siempre encuentran las reglas incompletas y que estas son invocadas para describir la situación actual en relación a un contexto.
También se ve correspondencia al sostener que el incumplimiento de esa regla es un asunto político que favorece a algún sector. “Todo es un tema político, pero por decirte la mano de obra peruana es mucho más barata que la mano de obra argentina, entonces a determinado sector le conviene todo esto. Eso se debería erradicar.”
A partir de la construcción de otro diferente a ellos construyen su identidad, como vecinos del barrio, confiables y reconocibles entre si. Esta forma de diferenciación a su vez genera que los entevistados afirmen su pertenencia a la clase media.
Se restituye así la identidad de Parque Patricios, como un barrio de clase media trabajadora, olvidado por los Gobernantes y amenazado por la presencia de otros diferentes a ellos.
Ver al otro como alguien que aprovecha los recursos de los argentinos, les otorga la base argumentativa para reclamar al gobierno que se controle a esa gente.
Conclusiones
Del análisis efectuado en estos ejes, vemos como a partir de algunas las premisas se desprenden sus construcciones del otro y su identidad como vecinos a partir de la pertenencia al barrio de Parque Patricios. Valorando y considerando buena gente a quien trabaja y hace un esfuerzo para recibir algún tipo de beneficio. Resultando que su visión de la inseguridad es producto de una percepción que ellos han construido sobre el barrio de Parque Patricios.
Bibliografía:
Goffman, Erving (1963): “Estigma e identidad social”. En Estigma. La identidad deteriorada. Buenos Aires, Amorrortu, 1998
Gramsci, Antonio (1949): “Introducción”. En La política y el Estado moderno. Barcelona, Planeta De Agostini, 1993.
Kessler, Gabriel (2004) “Glosario: las teorias sobre el delito”. En Sociología del delito amateur. Buenos Aires, Paidós.
Martini, Stella (1994) “La comunicación es interacción. Cuando comunicar es hacer: Interaccionismo Simbólico, Erving Goffman y apuestas en juego”. Buenos Aires, Documento de la Cátedra.
Wolf, Mauro (1988): “Harold Garfinkel o la evidencia no se cuestiona” (Selección de Jorge Gobbi). En Sociología de la vida cotidiana. Madrid, documento de la cátedra, 1997.
Yanina es conocida por las visitas de este blog como la chica del sombrero. Ahora participa a todo el mundo (gracias, Yanina) de este "resultado de un pequeño trabajo de investigación realizado en la zona de Parque Patricios derivada de un modesto corpus de análisis compuesto por entrevistas realizadas a vecinos de Parque Patricios".
La hipótesis de estos estudiantes es que la "su visión de la inseguridad es producto de una percepción que ellos han construido sobre el barrio de Parque Patricios"
Acerca de la percepción de inseguridad y la construcción del otro en la materialidad discursiva de vecinos de Parque Patricios.
Antes del iniciar el análisis, es conveniente aclarar, que lo aquí desarrollado es resultado de un pequeño trabajo de investigación realizado en la zona de Parque Patricios derivada de un modesto corpus de análisis compuesto por entrevistas realizadas a vecinos de Parque Patricios. Esto significa que lo dicho es sólo una interpretación de los entrevistados para dicho fin sin que por ello represente la visión o pensamiento de todos los vecinos del barrio.
El objetivo del presente trabajo es dar cuenta como los vecinos del mencionado barrio construyen en sus discursos su percepción de Inseguridad y la imagen del delincuente y/o sospechoso.
Parque Patricios es un barrio en el que conviven sectores medios y medios bajos. Su fisonomía esta caracterizada por la gran cantidad de espacios verdes, hospitales, grandes terrenos desolados y fábricas abandonadas. La Avenida caseros divide en dos zonas, consideradas dispares, al barrio. Del lado de Caseros hacia la Avenida Rivadavia se encuentra la zona comercial del barrio, como así también una gran cantidad de viviendas de clases medias altas.
El contexto varia radicalmente cuando se dirige la mirada a la zona que se haya cruzando el Parque Patricios. Antiguamente esa zona supo ser un gran conglomerado fabril, en donde hallábamos entre otras a la fábrica de Branca, Bunge y Born y la fabrica Vassena. Las transformaciones económicas que comenzaron en el país, al modificarse el capital orgánico de este, produjeron que estas fábricas y muchas otras cerraran sus puertas. El cierre de estas generó que el barrio perdiera la actividad industrial que lo caracterizaba y que los galpones que daban sede a esas fábricas quedaran completamente abandonados.
Visión de inseguridad
Teniendo en cuenta la existencia de casas tomadas, asentamientos y la cercanía de villas de emergencia en el barrio indagamos en la percepción de los entrevistados sobre la influencia sobre el delito que esas circunstancias producen y en la percepción que tienen de las personas que allí habitan.
Los entrevistados afirman que en la actualidad no tienen ningún tipo de problemas con las personas de los asentamientos. Algunos lo justificaron afirmando que era porque no se habían mudado aún y quienes estaban en la zona vigilando los terrenos no habían generado inconvenientes. En relación a las villas, algunos explicaron que están controladas por la comisaría 28 y 32 y que el personal policial actúa como barrera “para que no pase el delito”.
Sin embargo una de las entrevistadas al preguntarle si el barrio es seguro responde “No, no…. No… Parque Patricios no es seguro. Tiene dos villas… villa Zavaleta y la villa veintiuno, está rodeado de barrios muy pobres. Al lado tiene a Barracas. En la franja de Romero tiene el pueblito que es un barrio de gente pobre, eso no significa nada, pero ahí hay bastante venta de drogas, robos, hay algunas banditas que se juntan.. Seguro Parque Patricios no es.” Ese discurso se repite en todos los entrevistados: considerar al barrio inseguro por las villas y barrios pobres que lo rodean, aunque coinciden en manifestar que no le han originado molestias. De modo que se produce una contradicción entre lo que realmente ocurre en el barrio y su percepción. En ese sentido, también es significativo que en el último año ninguno de los entrevistados ha sido asaltado en el barrio.
Otro factor a partir del cual construyen su visión de la inseguridad es a partir de las casas tomadas, como lugares habitados por gente que no es del barrio, que proviene de las villas y que son todos inmigrantes. Coinciden en manifestar que no conocer a quien se tiene a lado genera inseguridad: “…por ejemplo en Balvanera tienen el ochenta por ciento de las casas tomadas, o sea que vos salís a la calle y no sabés al vecino que tenés al lado, o atrás y eso es un foco de inseguridad muy grande.”
Sus discursos llevan a la visión común de que el conocerse entre si, conocer a quien se tiene al lado, representa para ellos una sensación de seguridad, mientras que saber que en el barrio habitan personas en casas ocupadas que son extranjeros o provienen de villa, se vive como una tensión permanente y genera una sensación de desprotección.
Otro foco de inseguridad que perciben son los feriantes del parque que da nombre al barrio, tema que también formó parte de la agenda de los medios, y se relaciona también con la inseguridad que generan los desconocidos. En relación a esos feriantes, ellos afirman “no es gente del barrio” y al preguntar sobre si se vive como un hecho de inseguridad la presencia de esos feriantes, una de las entrevistadas dice: “Si, porque las mamás querían llevar a los nenes al parque y no podían, querían llevar un perro y no podían y si por ejemplo les llegabas a pisar las mantas a los feriantes se armaba cada tole tole… había muchas grescas.” Aquí nuevamente se materializa la percepción del otro como peligroso, que atenta contra el normal funcionamiento de la vida publica del barrio.
A partir de las contradicciones analizadas en el discurso de los entrevistados entre lo que se percibe como inseguridad y la falta real de situaciones de inseguridad a partir de situaciones delictivas, se ve como opera el sentido común en el sentido esbozado por Antonio Gramsci. Así sus discursos de sentido común, su conocimiento sobre la delincuencia y la procedencia de la misma y la afirmación la inseguridad proviene de zonas como villas, casas tomadas o asentamientos son construidos a partir de la visión de inseguridad proveniente de los discursos de los sectores hegemónicos, muy en concordancia con las propuestas políticas de los diferentes partidos políticos para el barrio de Parque Patricos, sin crearse una propia visión sobre la inseguridad. Reforzado esto también por la transmisión de los medios de comunicación de esos mismos problemas que los vecinos perciben como focos de inseguridad.
Por otro lado, se repite en sus discursos la idea de que estas zonas tienen que ser controladas por las instituciones policiales y justifican que el delito provenga de esa zona a partir de la situación de pobreza en que esa gente vive. Se remite así a la teoría del delito del control social. Como enuncia Kessler esta teoría en la década del ’90 fue adoptada por los medios conservadores de habla inglesa. Aquí esta teoría es impulsada por miembros de la derecha como Juan Carlos Blumberg, Sobisch y con un discurso mas moderado por Mauricio Macri. Una frase de una vecina resume esta idea al enunciar “hay que tener un control (…)Sino se los controla, los hacemos que delincan, porque tampoco encuentran laburo entonces roban o venden drogas”.
Estigmatización y exclusión social
Retomado a Goffman podemos decir que “la sociedad establece los medios para categorizar a las personas y el complemento de atributos que se perciben como corrientes y naturales en los miembros de cada una de esas categorías” (Goffman, 1964: 11). El medio social establece las categorías que en el se pueden encontrar, en este caso particular: vecinos del barrio e inmigrantes.
El estigma es un atributo profundamente desacreditador que excluye al estigmatizado de la categoría de la “normalidad”. En el caso de los inmigrantes, podemos decir que se trata de un estigma tribal.
En los discursos de los vecinos del barrio entrevistados, se percibe una estigmatización del inmigrante, asociándolo a la delincuencia. Lo definen como gente que a partir de la situación en la que vive en propensa a delinquir. Al indagar sobre la cantidad de inmigrantes que hay en el barrio, todos afirman que en los asentamientos y villas, como en el barrio piquetero del MTELE son todos inmigrantes: “Si hay muchos inmigrantes, pero mas que nada vienen de la villa 1 11 14, que es para el lado de Flores. Ahí son todos extranjeros. Y eso nos afecta, hay que tener un control o necesitamos que esa gente trabaje, que produzca para nuestro país, porque sino, no tienen documentos, no consiguen trabajo, entonces roban”. Se equipara, entonces, la pobreza a la delincuencia, convirtiéndola en un victimario ideal y naturalizando su exclusión.
En sus discursos, la droga y el alcohol, se mencionan como características de las personas que delinquen o son vistas como sospechosas y han identificado a las villas como el principal lugar donde se da esa relación delincuencia-droga.
En los discursos se repite el nombrar el parque como otro lugar donde se vende y consume droga, pero sin enfatizar y afirmar que esos grupos son delincuentes.
En casi todos los entrevistados, se observa que el problema de la inmigración es visto como un incumplimiento de reglas (en este caso de la Ley de Inmigración) en correspondencia con lo que sostiene la etnometodología al exponer que los sujetos siempre encuentran las reglas incompletas y que estas son invocadas para describir la situación actual en relación a un contexto.
También se ve correspondencia al sostener que el incumplimiento de esa regla es un asunto político que favorece a algún sector. “Todo es un tema político, pero por decirte la mano de obra peruana es mucho más barata que la mano de obra argentina, entonces a determinado sector le conviene todo esto. Eso se debería erradicar.”
A partir de la construcción de otro diferente a ellos construyen su identidad, como vecinos del barrio, confiables y reconocibles entre si. Esta forma de diferenciación a su vez genera que los entevistados afirmen su pertenencia a la clase media.
Se restituye así la identidad de Parque Patricios, como un barrio de clase media trabajadora, olvidado por los Gobernantes y amenazado por la presencia de otros diferentes a ellos.
Ver al otro como alguien que aprovecha los recursos de los argentinos, les otorga la base argumentativa para reclamar al gobierno que se controle a esa gente.
Conclusiones
Del análisis efectuado en estos ejes, vemos como a partir de algunas las premisas se desprenden sus construcciones del otro y su identidad como vecinos a partir de la pertenencia al barrio de Parque Patricios. Valorando y considerando buena gente a quien trabaja y hace un esfuerzo para recibir algún tipo de beneficio. Resultando que su visión de la inseguridad es producto de una percepción que ellos han construido sobre el barrio de Parque Patricios.
Bibliografía:
Goffman, Erving (1963): “Estigma e identidad social”. En Estigma. La identidad deteriorada. Buenos Aires, Amorrortu, 1998
Gramsci, Antonio (1949): “Introducción”. En La política y el Estado moderno. Barcelona, Planeta De Agostini, 1993.
Kessler, Gabriel (2004) “Glosario: las teorias sobre el delito”. En Sociología del delito amateur. Buenos Aires, Paidós.
Martini, Stella (1994) “La comunicación es interacción. Cuando comunicar es hacer: Interaccionismo Simbólico, Erving Goffman y apuestas en juego”. Buenos Aires, Documento de la Cátedra.
Wolf, Mauro (1988): “Harold Garfinkel o la evidencia no se cuestiona” (Selección de Jorge Gobbi). En Sociología de la vida cotidiana. Madrid, documento de la cátedra, 1997.
Etiquetas: cosa pública
2 COMENTARIOS:
Que tal, mira me parece que que los vecinos digan “Si hay muchos inmigrantes, pero mas que nada vienen de la villa 1 11 14, que es para el lado de Flores. Ahí son todos extranjeros. Y eso nos afecta, hay que tener un control o necesitamos que esa gente trabaje, que produzca para nuestro país, porque sino, no tienen documentos, no consiguen trabajo, entonces roban”, no es criminalizar la pobreza. Es sacar una conclusion bastante pragmatica, probablemente muchos afanos vengan de gente q no consigue laburo, q vive en un ambiente donde otros tampoco laburan, que se le complique meterse en el circulo productivo social, y no tengan dni, y roben. No estan diciendo "no, ahí hay pobres, ergo, hay ladrones". O sea, el hecho practico de "no tener laburo, vivir en un ambiente donde la gente se la tiene q rebuscar de muchas maneras, no tener documento" puede llevar facilmente al robo.
Sin duda alguna los ilegales son los que mas problemas traen al barrio, ellos y sus proles. De la raiz de indicar que son discriminados ingresaron la pais y formaron barrios cerrados. Los judios son los precursores de traer ilegales y la mano de obra barata y esclavista, de alli que comenzaron a llegar muchos paraguayos. Los chinos son los siguientes contratando bolivianos ilegales y pagando en negro. Los coreanos con los talleres textiles ilegales. De ahi se agarran que vienen engañados y por eso toman casas. Los peruanos directamente vienen a traficar droga y armas impunemente. En las villa queda poca gente que trabaja realmente para salir adelante.
Entrar y salir de tu casa es un peligro porque enfrente tuyo hay un grupo de extraños tomando cerveza o fumando, meando al costado que te miran irte o entrar. En las plazas ves como venden la droga impunemente o se juntan grupos a tomar cerveza e insultarse cerca de los juegos de los nenes. Si tu nene te pide helado y deciden una noche ir a comer juntos en familia un viernes puede ser una odisea en la cual con la mayor de las suertes vuelven todos vivos.
Los ilegales que vienen que luego ademas no consiguen trabajos y viven en casas tomadas procurando en muchos casos basura y zonas liberadas con peligros de muchos estilos ridiculizan los pedidos de inmigracion que dicen que son "imposibles y caros". Precisamente es para mantener una estabilidad economica-social para los que ingresan, pero mas alla de eso, una vez que vienen yo veo en los bancos como cambian miles de dolares que llevan en bolsitas negras dia por medio y lo envian para afuera.
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